¿Cómo nos pensamos en este contexto de pandemia? Mujeres y trabajo colectivo

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Por Luciana Soledad Fernández*

 

A partir del contexto de Pandemia y de la emergente necesidad del ASPO, se generan en las comunidades estrategias y modos de organización que son relevantes. Es así que, desde nuestro espacio de intervención pre profesional, Casa Abierta de Barrio Cerro Norte, de Cooperativa la Esperanza, leemos su dinámica atravesada por este contexto de pandemia.

Se impulsaron y generaron en las mujeres, mecanismos de organización y de implementación de estrategias para dar respuestas a las nuevas demandas que surgieron. Por lo tanto, retomamos los discursos que son parte del territorio de barrio Cerro Norte, de la Ciudad de Córdoba.

En el mismo las mujeres dicen:

“Somos un grupo de MUJERES, que día a día le damos vida a la Cooperativa Esperanza, trabajando siempre con, por y para el vecino/a atendiendo sus necesidades e intentando ayudar y mejorar en su calidad de vida.
Nos hacemos más fuertes y unidas frente a la adversidad y con mucho sacrificio y entrega, siempre predispuestas a acompañar.  Brindando libros, canciones, actividades, alimentos y mucho amor y respeto mostrándole al barrio que en la cooperativa se puede encontrar un espacio de lucha, ayuda y contención”.

Es desde este sentido de pertenencia, que las mujeres se significan desde un lugar de cuidado, contención y se piensan en colectivo. La generación de redes de ayuda mutua y solidaridad, se refuerza en procesos de crisis y se potencian para superar los obstáculos.

Como lectura, reforzamos preguntas que nos surgen día a día en el camino de nuestra intervención pre profesional: ¿por qué siempre son las mujeres las que transitan los espacios comunitarios?, ¿por qué en este contexto de crisis no solo se piensan como responsables exclusivas de los cuidados del interior de sus unidades domésticas sino también de lo que sucede fuera de esos ámbitos privados?

Entendemos que en estas lecturas y análisis, nos encontramos con una firme postura de mandatos sociales, que determinan el accionar de las mujeres en el ámbito público y privado. Ante esto nos preguntamos ¿son reconocidas en estos espacios de la labor tan esencial que realizan? ¿se lo reconocen ellas mismas? ¿por qué en ocasiones se naturalizan las actividades diarias y continuas de las mujeres en espacios privados pero también público?

Cada una de estas preguntas nos refuerzan en un camino de búsqueda, de análisis, de cuestionarnos para no repetir aquella historia que tanto cuestionamos. Será quizás, esta pandemia una ocasión compleja pero que nos permita visibilizar y empezar a entendernos como parte fundamental, que requiere ser entendida como sujetas de derecho.

 

*Estudiante de 5° año de la Licenciatura en Trabajo Social – FCS