Desigualdad, naturalización

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Por Gabriel Ricca1

Expongo a continuación los acontecimientos de la ciudad de Córdoba, los cuales viví en mi juventud, en los años ’80, cuando llegué a estudiar el nivel terciario en la Universidad, dictadas en el Colegio de Monserrat. Lo que más me sorprendió fue la expansión inmobiliaria; en un lapso repentino la ciudad fue un arsenal de construcciones de edificios, “el boom de la soja”, con las políticas neoliberales en ascenso, que hicieron un cambio radical en la vida y fisonomía urbana.

El Estado, en connivencia con el capitalismo, privatizó bienes públicos y expulsó a distintos sectores sociales como las villas, creando una problemática social, con el desarraigo de sus habitantes a barrios periféricos, donde hicieron diversos planes de vivienda, y los que no lograron insertarse se desplazaron a localidades vecinas constituyendo nuevas villas.

Mi domicilio en Alta Gracia desde tres décadas, me demuestra que los hechos, como en el gobierno de Angeloz, nuestra ciudad fue la primera en establecer el barrio Sabatini con los desplazados de las villas de la capital, lo que generó en la sociedad conservadora local una convulsión con las autoridades el Gobierno provincial, y los diversos enfrentamientos entre vecinos.

Los problemas más evidentes en Córdoba, después de semejantes infraestructura urbana, son las necesidades de ampliar los espacios verdes, tanto en el centro como en la periferia. Siempre se maquilla la situación, pero el problema está vigente, la contaminación de distintos órdenes de polución ambiental.

Tanto por la proliferación de countries, dejando zonas verdes desmontadas, lo que originan diversos problemas a la deriva, como las inundaciones, deterioro de suelos, sequías. Sin los estudios pertinentes avalados por la Universidad, no existe planificación urbana.

Uno que puso en jaque a la sociedad fue el desborde de residuos tóxicos de TAIN, en el sur de la ciudad, dejando en vilo las medidas de seguridad por inoperancia de los mismos y el Estado, con riesgos múltiples para la sociedad, como contaminación del agua y suelo, etc.

La situación actual de la pandemia, con los problemas y necesidades básicas sociales, los que sufren el sector más vulnerables queda en evidencia las malas políticas públicas implementadas, que los estudiantes dejan sus estudios o materias por la falta de instrumentos, como notebook, internet etc.

Como siempre un sector muy concentrado, produciendo grandes fortunas con su estructura capitalista y una mayoría desplazada a las condiciones sociales más precarias, sin el acceso a las necesidades básicas elementales, donde el contraste de la desigualdad es de gran magnitud, no obstante los medios de comunicación mercantilistas y manipuladores, lejos de la realidad objetiva, sin el mejor decoro naturalizando la situación.

El problema de fondo se arrastra por varias décadas, donde los movimientos sociales, feministas, ambientalistas, etc., en una lucha incesante, con diferencias de proporciones exorbitantes contra el poder del capitalismo y un Estado ausente en un diseño legítimo de políticas públicas coherentes.

La Córdoba mediterránea, nos atrae por su conglomerado urbano, sus desarrollo, trabajo y cultura, la Universidad, pero no articula en el eje social establecido.

La ciudad de mis sueños es la que tiene como emblema a “lo colectivo, el cooperativismo social” en todos los órdenes, donde es sustento y beneficio para una mayor equidad social,, el nivel o calidad de vida se impulsa desde éstos lineamientos, sino caemos en la mercantilización.

La ciudad de mis sueños es con la sanidad y educación, como primera medida estructurada desde el Estado, las instituciones, la investigación, desarrollo y producción de industria farmacológica, todo desde la UNC y el CONICET. Amalgamado desde sus directivas y control. E l cuidado de la mujer, en todo su contexto del género.

Córdoba la docta, quién me dio la oportunidad de lograr un sueño, mi título en los ochenta.

Su dinámica social estructural no se detiene para seguir creciendo, siempre que sea en el mejor camino de la igualdad social, que nuestra profesión bien nos dicta o marca para un verdadero cambio de paradigma social.

 

1 Estudiante de la carrera de Licenciatura en Sociologìa de la Facultad de Ciencias Sociales de la UNC