Por Santiago Nicolás Morales1
Escuchando la canción y viendo la imagen me da la sensación de que el tiempo transcurre y aquellas personas un poco más afortunadas desafortunadamente nos acostumbramos a realidades que nos duelen. Estas realidades se incorporan en nosotros haciéndose carne, echando raíces férreas y vistiéndose de un aura que las hace parecer inmutables, como si fuese un caso perdido intentar actuar sobre ellas para modificar el statu quo. Y sin embargo el tiempo transcurre y con el se desvanecen los sueños de tantas familias. Un presidente argentino dijo “Pobres hubo siempre” y con ello se desligó de la problemática como si nada pudiese revertir tal situación de desigualdad. Por mi parte me niego a creer que la política no es uno de los medios por los cuales se materializan aquellos cambios que tanto se necesitan.
Efectivamente, el tiempo pasó y acá nos encontramos, frente a una misma problemática que atañe al mundo entero pero que duele significativamente aquí porque encontró hace ya tiempo su forma de expresión en la provincia de Córdoba. Duele porque no es la provincia que imagino menos la que sueño, es una muy distinta donde las desigualdades de todo tipo se encuentran a la orden del día, pero más precisamente aquellas que responden al acceso a una vivienda y que por ende pone en jaque la posibilidad de construir un hogar.
La provincia que imagino es una donde la posibilidad de disfrute sea para todxs, que sea inclusiva y que no se encuentre solo limitada a aquel segmento de la población que es “solvente” de cara al mercado que rige este sistema que promueve la desigualdad. Imagino una provincia donde todas las personas, todas las familias puedan acceder a una vivienda y no solo a un techo que les dé un refugio temporal. Me refiero a una vivienda que pueda devenir en un hogar, donde los deseos y los sueños de cada persona puedan ser llevados adelante. Donde los más chiquitxs puedan desarrollar en plenitud sus diferentes aptitudes, su desarrollo físico e intelectual y donde no falte por supuesto la comida ni el juego.
Obviamente creo que todos estos hogares deberían estar apartados de aquellos desechos que la sociedad produce sin parar (sistemáticamente) y que hoy en día suelen ser arrojados a la par de los hogares más humildes produciendo enfermedades de todo tipo a aquellas personas que menos posibilidades tienen.
Muchos pueden pensar que existen estos barrios en Córdoba y que fueron creados con esa intención, pero resulta que la intención se desvirtuó y en vez de querer brindar una solución a una problemática dura, lo que se buscó fue ocultar aquellas familias segregándolas, aislándolas hacia la periferia.
Por mi parte imagino una Córdoba que pueda dar respuesta a esta situación que aísla a tanta gente y que brinde una solución a problemas sustantivos como la movilidad de tantos hogares que encuentran sus trabajos en el “corazón” de la provincia y que no en pocas ocasiones el transporte se vuelve un elemento crucial. Imagino una provincia donde los barrios dispongan de medios de transporte públicos y no esos barrios a los que no pueden entrar ni las ambulancias, ni los bomberos porque la noche anterior llovió.
Se necesitan viviendas donde elementos básicos como el acceso al agua, la luz y el gas se encuentren garantizados y no sean una problemática del día a día, más aún en una situación como la que actualmente se está viviendo donde el mundo entero se ve afectado por la pandemia pero que poco se problematiza sobre las diferencias en cómo incide esta situación en función del tipo de hogar.
Mientras esta situación no cambie las familias tendrían que dejar de vivir con miedo a un desalojo latente donde de un día para el otro te dejan en la calle sin absolutamente nada. Como ocurrió con vecinos del barrio Parque Esperanza del Municipio de Juarez Celman en pleno invierno. Pero actualmente el negocio inmobiliario prima por sobre los derechos.
Imagino una provincia distinta, donde las familias no deban ponderar entre resolver situaciones de orden básico y que tengan la posibilidad de tener un pleno acceso a la cultura. Cultura que hoy en día es solo accesible a los segmentos de la población más pudientes.
Estos son solo algunos pensamientos sobre la provincia que deseo. Falta mucho por hacer, pero es necesario continuar reafirmando y problematizando en conjunto, para que estas temáticas de una vez por todas puedan adoptar un carácter de problema público vigente. Sin embargo y me parece más importante aún es que los derechos que estipula la Constitución Nacional dejen de estar subordinados a las relaciones mercantiles que promueve el capitalismo al interior de cada sociedad.
https://www.youtube.com/watch?v=SYZO7OgJ5hE
Letra: Arbolito – La costumbre
A la tristeza te acostumbrás
A rutina te acostumbrás
A la pobreza te acostumbrás
A la derrota también te acostumbrás
A la bobera te acostumbrás
A no ser nadie te acostumbrás
A amar de culpas te acostumbrás
A ser esclavo también te acostumbrás
A comer mierda te acostumbrás
A la hamburguesa te acostumbrás
Al sexo frio te acostumbrás
Al maltrato también te acostumbrás
A la violencia te acostumbrás
Al noticiero te acostumbrás
A la careta te acostumbrás
A la mentira también te acostumbrás
Pero diciembre existió
Está en rinconcito del alma buena
Y como octubre mi amor
Esa son cosas que vuelven,
Que vuelven y ya
Ooohohhhhohhooooooooooooh!…
A fumar faso te acostumbrás
A tomar mate te acostumbrás
A hacer las compras te acostumbrás
A ser un seco también te acostumbrás
Al aire enfermo de la ciudad
Al vino malo y a la resaca
A que te caguen te acostumbrás
A cualquier moda también te acostumbrás
Y se tenían que ir
Pero la costumbre es tan fuerte nena
Que aún estan ahí
Hasta que explote
Espera y verás!!!
Ooooohooooooooohhhh oooooooohhhhhhh!
(nunca me acostumbraré)
A esa señora buscando basura en la puerta de mi casa
(nunca me acostumbraré)
A tu carita de hambre pidiéndome algo para comer
(nunca me acostumbraré)
A tu barrio de lujo en frente de la villa
Nunca me acostumbraré!!!
…(nunca me acostumbraré)
A ver tu banco vacío en la escuela
Te fuiste a trabajar…
1 Estudiante de la carrera de Licenciatura en Sociologìa de la Facultad de Ciencias Sociales de la UNC